viernes, 18 de septiembre de 2009

A las puertas de un delito

LLego a la librería de la calle Constitución, en realidad ella llega a mí de repente, como en una visión nocturna cuando se hace la luz...
nos encontramos y al entrar ante tanta verborragia papelesca, me pregunto ¿robar libros es robar?
¿ustedes que opinan?
no, no lo hice, no, lo pensé, siempre lo pienso pero nunca puedo. Insisto estará mal porque es como un alimento especial no?, sin valor hasta que alguien lo toma entre las manos y viaja dentro de él, del libro digo
¡qué cosa! en fin me llevé una Agata para las nochecitas tibias en mi cama y todos felices, o por lo meos yo y el librero
Salute

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