Estoy como aquellos artistas que dicen pararse frente al lienzo y no ven nada, bueno así, con ganas de hacer de todo y como son tantas los de todo que no me organizo y no sé como empezar.
La palabras se me vienen y se van y no sé como sacarlas para que se entiendan, creo que eso es lo más complicado: hacerse entender.
Por el otro lado tampoco me inspiro para pintar, tengo un revoltijo de cosas esparcidas en el fondo, mucho para tirar y mucho para guardar, son las imágenes del destierro, los cambio en las paredes y en los pisos hacen que se te movilicen todas las ideas,( cómo si fuera poético la arena y la cal que se te pegan en las neuronas!) y así aquí esquivando tachos y pinceles se me vinieron todos los recuerdos, y, aunque suene boludo, este mejorar de la casa se llevó también lágrimas mías.
Fueron tantos años viviendo con piso de cemento o paredes sin revoque, que alisarlas se llevaron imágenes de manitas sucias sobre los ladrillos ,momentos compardidos en los rincones, veo el pasado todo junto ...ufa... y ahora...
tengo en mis oídos esta música, la música de Lorca, algo así decía:
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas...
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