Nos parábamos en la puerta (contaba mi Viejo) desde ahí mi tío Juan nos señalaba con su dedo regordete hacia la esquina derecha (otros años eran hacia la izquierda) y justo justo pasaba ese camión y era para nosotros la alegría más grande verlo.
En esos días casi siempre el 5 de enero Juan José (mi Viejo) ya había hecho su recorrida por los patios vecinos y a modo de visita garroneaba un rico café con leche o un apetitoso sanguche de salame y queso, lo que fuera servía para festejar la llegada de los famosos "reyes".
Y con la panza calentita aún escuchaba los argumentos del Tío
-Miren, miren vean ,ahí va, Ahí llega...¿ven? es el camión de los juguetes!!!
¡Esperen, esperen un poco que entre que entregue en uno u otro lado tarda...tarda.....
Pasaba el 5 y el 6 de enero con esa cantinela...: tarda pero en cualquier momento llega!
...20 años después esto me contó. Supe del dolor de un niño en esos ojos verdes que aún esperaban que se cumpliera lo que el Tío Juan les decía:
-¡Ahí viene, ahí llega el camión con los juguetes para ustedes!! hay que esperar, solo esperar...esperar...
En esos días casi siempre el 5 de enero Juan José (mi Viejo) ya había hecho su recorrida por los patios vecinos y a modo de visita garroneaba un rico café con leche o un apetitoso sanguche de salame y queso, lo que fuera servía para festejar la llegada de los famosos "reyes".
Y con la panza calentita aún escuchaba los argumentos del Tío
-Miren, miren vean ,ahí va, Ahí llega...¿ven? es el camión de los juguetes!!!
¡Esperen, esperen un poco que entre que entregue en uno u otro lado tarda...tarda.....
Pasaba el 5 y el 6 de enero con esa cantinela...: tarda pero en cualquier momento llega!
...20 años después esto me contó. Supe del dolor de un niño en esos ojos verdes que aún esperaban que se cumpliera lo que el Tío Juan les decía:
-¡Ahí viene, ahí llega el camión con los juguetes para ustedes!! hay que esperar, solo esperar...esperar...