sábado, 25 de octubre de 2014
AMISTAD .
Recuerdo transitar por esos pasillos tan fríos, tan vacíos que mis pasos asemejaban a unos cubitos rodando.
El miedo ayudaba, es que mi miedo era una mezcla de temor por mi salud y el temor de perder la libertad si me encontraban.
No pude más que resignarme y entregarme a las manos blancas de los doctores y así a lo que viniera.
Nunca supe hasta mucho tiempo después cuando hice el balance de aquellos días que lo más temible había pasado a ser la experiencia más gratificante
ya que por este episodio angustiante, te conocí a mi mejor Amiga
Abrió sus puertas aún a sabiendas de lo que significaba para entonces dar refugio. En mi lecho de convaleciente me abrigaron sus poemas y los versos de Neruda me abrieron paso a otras dimensiones.
Conociéndonos descubrimos lo distintas y similkares que eran nuestras convicciones y aún así persistimos en nuestra amistad.
Yo tapada de pañales por un tiempo.
Distanciadas luego.
Separadas y vueltas a encontrar.
Dicen que la vida es así. Así dicen.
Cuando pensé que se había exiliado o que la habrían matado, unas páginas amarillas me la trajeron de vuelta.
Me dijo que era Esqueletor y no le creí.
No pensé encontrarla con ese aspecto.
No mintió
Así entre risas me lo hizo saber.
El cáncer tiene la costumbre de destruír lo que toca.
Aunque acá se las vió fieras, entre risas y mates hicimos de Él un mal recuerdo.
Hoy como tantas veces hemos vuelto a andar por otras huellas.
Es más ni el Face nos reúne...
...estoy convencida de que pronto, prontito nos reuniremos de nuevo para burlarnos de nosotras mismas.
Después de todo, la amistad suele ser así:
Una risa
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