Y aquí andaba yo con todos mis sueños, pintando paredones que hoy forman parte de mi ayer, y, como sin quererlo tarareando estas letras que resonaban en mis oídos diariamente con la voz de mi Viejo o la del Polaco Goyeneche...
¿Cómo no ser tanguera? ser porteña y no ser dramática es un imposible, todo lo viví con fuerza, de mis amores ¡ni qué decir!
cada uno era ¡el amor de mi vida!
con cada uno iba a durar por la eternidad!
y sí, así se debe hacer,
por eso cuando hablo de mi barrio indefectiblemente vuelvo a él
y lloro por lo vivido,
no porque sea mejor o peor, sino porque ,
cuando tengo miedo me acuerdo:
de las escondidas que jugábamos en la calle, o en las patinadas seguras hasta que pasara un coche, los juegos de verduleros o el carnaval con bombitas y ahí por más que me cayera al piso o algún boludito me metiera un pelotazo en la nariz, ahí , me cobijaba, mis vecinos me cuidaban, el mundo era todo, todo para mí diversión, los fines de semana eran la gloria y, esta música...mi reflexión futura.
Brindo por los amores lejanos, por las paredes de bloques de cemento por los rubios de quienes me enamoraba y por esas veredas a rayitas que ellos pisaban.
¡A tu salud! barrio de Villa Maipú, ¡a tu salud! vecinos gallegos y tanos! a tu salud cancha de Chacarita que llevaba a todos a la puerta los domingos para ver estacionar los coches y caminar a los hinchas! salud!
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