martes, 3 de julio de 2007

Antes de que se pierdan...


Y sí...las cosas se pierden, algunas se transforman , sí ya sé pero las que importan...se pierden, se rompen se diluyen o lo peor se olvidan.

Me acuerdo de mi infancia cosas muy puntuales: dichos de mi Vieja, rutinas de comidas, salidas de paseo en colectivo y eso, pero ya casi me perdía de rememorar estos versos, versitos, o como se los quiera llamar que mi Viejo Pirulo dejó en un cuadernito sucio con manchas de dulce o mate que fueron declarándose en rebeldía para diluirse en simples manchas sin color como toda buena mancha que se precie. Pero, basta no lo dilato más y paso a presentarles los versos dedicados a Pastora:


Pidiendo ternura pasé yo mi vida

Amado y querido nunca pude estar

Secreto anhelaba la buena alegría

Tener una madre "para mi orfandad"

Oraba pidiendo tener algo mío

Reliquia que al mundo iba yo a mostrar

Amparo y ternura, para no dudar


Qué bien que le hiciste

a mi alma triste

Con cuanta ternura

mi vida llenaste

Nada me pediste

todo me otorgaste


Formamos el nido de nuestro camino

y un "Angel" Viviana fue nuestro destino

Tu sangre a mi sangre con ella la uniste

Como si en un presagio tu partida.

Qué trío dorado era nuestro hogar

todo era alegría al verla jugar

A vivir del sueño de niña creciendo

Volvía yo a casa cantando y riendo


Qué pronto pasaron

los años felices

la parca maldita empezó a rondar

Te fuiste Pastora

queriendo quedarte

y mi alma triste

a vuelto a llorar


Juan José Harych

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