viernes, 18 de julio de 2008

El placer de conocer


Estábamos con los ojos llenos de lágrimas, algunos por la alegría de conocerlo otros por la emoción del regreso y de la ausencia que se palpitaba, fue raro como él mismo decía, todo era raro, rara la época, rara la vuelta, raro el conocerlo, en fin todo era especial como son las cosas a las que llamamos raras y nos son desconocidas...pero como todo sucede para nuestro bien, como muy sabiamente aprendí a decir ya hace rato, el bien en este mí caso fue el de adentrarme en los corazones que hasta ese momento estaban para mí vedados y como si esto fuera poco ver y presenciar la belleza que siempre nos atrae: la belleza de la niñez.
Y la tuve cerca y me la robé unos minutos para mis ojos solamente y para que me alegrara el alma.
Con la música de fondo, Ella se llama Nina, Él, el padre, es Hernán Casciari

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