Él caminaba por las calles con una bici prestada por su suegro, ésa que tenía soldada una cesta de forma cuadrada y que el Viejo utilizaba para poner la bandeja de cubanitos, y bueno la dejó un día en la casa y aprovechó para darle uso poniendo en ese cubículo la conservadora de helados.
Es de imaginarse que los tiempos que corrían eran duros, recién llegados al barrio...el barro...las nenas chiquitas...la soledad
Pero con 25 años la fuerza, las ganas y el no caer en la autocompasión hicieron de Él un Súper Heladero , era un Súper Padre comiéndose las calles , disfrutando del paseo (como le decía) a su salida en bicicleta para traer un manguito...
¡y qué fiesta todas los esperábamos como al "Elegido".
Llegaba y salíamos corriendo al almacén, allá a la vuelta "la Granja" le decíamos y ahí compábamos MORTADELA! ¡qué rico!, de ahí a la verdulería : tomate, pan, mayonesa...humm ¡un lujo!. No sé si era por sabroso el menú o que sabía a la única comida diaria, lo que sí sé es que aún hoy despues de 25 años me sigue sonando a manjar cada vez que lo recuerdo, porque¡eso sí es seguro! era el manjar de contar con "nuestro Súper Heladero" que hacía de nuestros días un festín
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