viernes, 5 de enero de 2007

...el cuento...


...Pero Abuelo, pará si te estoy escuchando , le diría yo,
-No no es eso, me diría mi Abuelo...
pero esto le hubiera querido decir si lo hubiese oído, ¡ojo! la única que no lo escuchaba no era yo, ahora pienso: ¿se habrán cansado de escucharlo? o nadie nunca lo escuchó?, lo que sí me acuerdo es que Lucía esto es real no lo quería escuchar, pienso que más precisamente no lo quería ni ver.
Se fue haciendo invisible para ella y para nosotros también, caí en la cuenta de eso aquel sábado que Lucía dijo : ¿lo vieron a Lado? estaba como loca, nunca se llegaba fuera de horario a la mesa 12.30 hs en punto, pero Lado llegó, tarde pero llegó , mascullando sobre su falta de hombría, su falta de huevos para tirarse bajo el tren...Doña Lucía no se asombró, sino lo retó por la osadía de pensar en semejante pavada y llegar después de hora...Doña Lucía, Doña Lucía...en que habría quedado el amor libre, la revolución social, en que banco de Nuevo apostolado quedaron asentadas las bases que propiciaron el encontrarse en comunión con Ladislao ese hombre mayor, rubio, de ojos claros que traía la experiencia del viejo mundo, viejo mundo...viejo, viejo...que lejos quedó el viejo mundo...

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