Y ahí estábamos mi Viejo, mi hija mayor de dos meses en Córdoba frente a la Iglesia emblemática de su ciudad donde también posaron mi Madre y mi Padre ¡qué raro referirme a ellos así! bue...en fin supuestamente estaban posando frente a esa iglesia por el casamiento, digo supuestamente porque no distingo bien las mentiras de las verdades, sabiendo que todo lo que sabía era falso a uno le entran dudas...
sí ya sé suena terrible, pero al final de cuentas estoy hoy aquí para rememorar lo que sé de mi familia y que no sea cosa que mis hijas o mis nietos tengan que hacer un invento de su pasado porque nadie supo contarles sus orígenes, sus costumbres familiares de donde vienen esos ojos o de donde vienen esos berrinches históricos...como nos deslizamos por la pintura un buen día como si toda la vida hubiésemos embadurnado con el pincel cientos de telas, esa facilidad que te da el saber que en tus genes está la explicación.
Por eso para mí Córdoba es un misterio, los pagos de mi Vieja, el lugar donde veraneábamos despues de su muerte descubrí parte de la historia, los pagos no eran los pagos más acertado sería referirme a Santiago como sus pagos, sus padres o sea mis Abuelos no murieron en un accidente ferroviario sino que distribuyeron a sus hijos en donde los pudiesen mantener.
Por eso mientras quedé detenida en el momento preciso de saber esa verdad me imaginé esto:
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Hoy es domingo. la Madre superiora me llamó a su despacho para decirme lo bien que me porté y que iba a tener una sorpresa, por un momento pensé que me iba a retar por los chocolates la Hermanita María Rosa me encontró sacando de abajo la almohada ese Águila humm ¡qué rico!, bueno te decía pensé que era por eso pero no ¿sabés qué? me dijo que siguiera así y que iba a tener cada vez sorpresas más grandes...¿qué será?...despues te cuento Nidia.
Son las cinco hora de visitas, a mí no me viene a ver nadie, mi Mami está muy lejos, así me dicen, (siempre dicen lo mismo), pero yo me entretengo igual viendo a las visitas de mis compañeritas adivino por las ropas o por las caras como están o que hacen es divertido, además a las chicas más grandes le traen libros y me los pasan a escondidas porque son muy atrevidos, ahí sí que si la Hermanita los ve ¡otra que sorpresa me va a dar!...
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