La imagen era siempre la misma, al entrar al departamento se percibía esa sensación agobiante que tienen todos los departamentos en general y también ése en particular.
Aquel departamento de la calle Humbolt no era distinto a cualquiera que haya conocido: lugar oscuro pasillos angostos, muebles empotrados y el mismo aire enviciado corriendo por las escaleras...el departamento era además el escondite que teníamos despues de la detención-desaparición de Chelo, ya con este dato hubiese alcanzado para enterder lo que significaba para mí, pero la imagen que se me aparece no es ésa, me aparece el momento exacto en que llorando aparece Marta para que nos despertemos a escuchar el sonido de una marcha y el número del comunicado que luego iba a retumbar en nuestros oídos por siempre.
Guardamos nuestras cosas y salimos a encontrarnos con nuestra futura vivienda, no sabíamos ni dónde ni cuando la encontraríamos, pero en la incertidumbre sabíamos lo que había que hacer, no en vano leímos La tortura una y otra vez para que nos quedara marcada a fuego.
Vinieron tiempos difíciles, Marta siguió llorando porque de ese departamento tenía el recuerdo de su pareja :un militante que nunca más volvió a ver y tampoco la volvimos a ver más a ella hasta llegado los ochenta en otras marchas y ya con otras vidas.
Esa imagen y la voz de Chelo gritando ¡me están matando! y el saber que si no lo hacían gritaría, gritaría, pero de él nunca sacarían un solo dato que acusara a nadie de nosotros, eso permanecerá por siempre en mi y me dará fuerza para seguir construyendo el mundo que soñaron junto a nosotros...no volví más a ese lugar, ahora vivo en una casa, un lugar lo más abierto posible, lo más iluminado posible, lo más alegre posible, porque es así ,la vida despues de todo es para vivirla con alegría
1 comentario:
hola, te comento que pase varias veces por aca y me dice que hay solo 27 visitas y cada vez q vemgo hay 27, y no puede serrrr, salutes
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