Juan José...tengo que hablar con vos
- Sí Viejo ¿qué pasa?
-Perdoname, pero no aguanto , me siento muy solo, me dejan solo...y estoy cansado de ir a la letrina del fondo, a lavarme la cara en el patio, porque la Mami dice que no entre al baño de la casa, capaz que así si hago la caminata a la Iglesia con ellas y escucho la bendita cantinela de Dios me traten mejor...¿que querés? estoy listo sino!
- Viejo...
- Sí ya sé que lo que te enseñé era otra cosa! pero entendeme Juan José ¡no doy más!
- Dale Viejo...andá tranquilo.
Lado pensó, mejor dicho recordó cuando el cusifai de Juan (burgués de mierda de Terrabusi) hermano de Lucía le dijo que si se jugaba y mandaba a la familia al nuevo apostolado y ¿porqué no? también iba él, le conseguía el permiso de residencia y hasta el derecho a voto ¿el derecho a voto? ¡que turro! ¿votar? ¿yo? a cualquier burgués sorete!! justo yo! ¡No mando a los pibes a la escuela porque le meten ideas reaccionarias y ¿me van a hacer votar? ¡justo, justo!
También se acordó de Lucía...de como fue arruinándose con los hijos, la panadería, el lactario...y resolvió acompañarla los miércoles y domingos para así no escucharla más y quedarse adentro a las cinco de la mañana aunque más no sea para eso, valía la pena...
valía la pena...
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