Por suerte había fiestas de disfraces, por suerte tenía amigos, por suerte tenía a Neshi, por suerte teniá a mi Viejo, por suerte tenía a Natacha por suerte tenía a Julieta, y por suerte siempre siempre había poesía, la dictadura no pudo con las ganas de la primavera, ni con las ganas de cambiar al mundo, el amor que nos lleva a parir hijas que a su vez seguirán cambiando nuestro mundo...y no, no pudieron, ni hacernos desaparecer, ni impedir que siguiéramos militando y creyendo en la no derrota, en la organización de los solitarios , de los abandonados, de los familiares de desaparecidos, creímos y creemos que se puede. Fuimos a cada iglesia que los cobijaba, hicimos cursos de doctrina social de la iglesia, vimos como el obispo Novak se rasgaba las vestiduras por los pobres de Dios y a su vez les impedía el ingreso a las Madres de desaparecidos en su iglesia, vimos, vimos y participamos enjugando sus lágrimas para limpiar sus temores y darles la mano por la misma lucha y organizarnos. No podíamos parar, no había que parar, eran ellos o nosotros. Costó mucho y aun cuesta...Se confiaba en los menos indicadosconfiaron en los que se callaron en la dictadura o miraban para otro lado,despues confiaron en los que firmaron indultos dolorosos, confiaron en juicios a medias pero todo llega, todo está llegando...y no es por suerte es porque debe ser
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