martes, 8 de enero de 2008

Reuniones

Como era una nueva era ésta la del crecimiento espiritual y todo eso, me fui acercando más y más a la gente que me había abierto esa puertita, en realidad las adopté como amigas, cada una de ellas merece un capítulo aparte, ahora que estoy haciendo memoria así a grosso modo, recuerdo que aún desconfiando de las iglesias(porque si de algo estaba y estoy segura es que la iglesia como institución a servido y sigue sirviendo a fines para nada santos, perdón, pero pienso eso) medio me resistía a llegar a sus templos empecé por ir a las casas en donde se hacían oraciones, fue muy interesante pero además el término no sería interesante sino emocionante, por ejemplo: éstas reuniones eran de mujeres, se hacía como una suerte de terapia de grupo cristiana, luego se tomaba un texto bíblico y sobre él se trabajaba, se explicaban los términos para luego pasar a la oración propiamente dicha, y digo emocionante porque era un mundo desconocido para mí: cerraban sus ojos y luego levantaban sus manos con las palmas hacia el cielo porque, luego supe, es por donde entran las bendiciones, y así con los ojos entrecerrados parecia como que todo se transformaba en un clima extraño, distinto, algunas hablaban raro, otras agradecían e imploraban, se tornaba todo tan emotivo que no podías sino más que llorar...sí definitivamente raro,.
Alguien que no ha pasado por esto seguramente dará la famosa explicación de sicosis colectiva, será o no , la realidad era que-y esto es bíblico- si tres o más personas se reúnen, sus oraciones son más poderosas- será o no, pero por lo que sea, ahí empecé a conocerme mejor y por ello también a ver cosas que antes no veía... y ver en la gente no solo lo externo , empecé a ver dentro de sus ojos: las miradas

2 comentarios:

María José dijo...

En conjunto con descubrir las miradas y ver cosas que antes no, ¿te volviste apegada a la religión?

Después de tanta reunión que cuentas me asaltó esa duda!

Cariños!

la Harych dijo...

No Negris después te cuento más...