martes, 22 de enero de 2008

Supervisando ventas...já

A mediados del 89 cuando empezaron los saqueos nuestras vidas venían en un ritmo vertiginoso:

"El mundo de las ventas de servicios" en él las cosas fluían agradablemente y sobre todo nos llevaba el convencimiento, la certeza de que habíamos encontrado "El" trabajo perfecto, porque, (si no lo saben aún) la venta de intangibles es "superior" a cualquier otra, es no ser un despachante, es ser un creativo que va penetrando en la mente del futuro cliente, enterandote de sus temores, necesidades más profundas y ¡oh, maravilla! estar ahí para calmar ese desasosiego que los atormenta...
fue así, sintiendo esto que la caída fue estrepitosa, tener un trabajo que además de creativo es solidario y encima ganas guita, es el sumum del sumum ¿no?
Bueno, cha fé, ahora aclarando, guita lo que se dice guita no era pero pasar de comer salteado a comer todos los días hasta en restaurantes, que tus hi8jas pidan y les puedas comprar, aunque más no sea aquel lapicito...bueno viniendo de ésa, éramos Gardel, Lepera y todos los guitarristas.
Por eso, retomo, cuando vino la inflación que no era una inflación cualquiera que va subiendo pausadamente, no, que va, era una inflación horaria, sí, por hora (nosotros somos rápidos acá en Argentina), que vas a trabajar caminando 180 cuadras por día y es literal , y cuando digo que la caída fue peor porque de un mes para el otro pasamos de comer en restaurantes a no comer, pasamos a mandar a las nenas a comer a la iglesia porque el trabajo ya dejó de ser rentable para ser una búsqueda de dinero constante y en ella perder las horas porque nunca veníamos con plata y así volver pidiendo por favor te dejaran subir al cole de colado o viajar indefectiblemente garroneando el tren con los codos en la boca del estómago y las rodillas en el pecho...
Volver a casa.
Volver y llevar corriendo los tableros con los escaques de ajedrez para enseñar gratis a los chicos que como siempre con panza llena o no están ávidos de conocer nuevas cosas...
creo que esto, el ajedrez, nos ayudó a nosotros a sumar esperanzas.
Luego vino la época, otra época, a empezar de cero y la luz en el camino , lo digo en serio fue vender ropa usada, sí! la inefable y consabida técnica de salvarse con lo insalvable, los restos del naufragio, lo que les sobra a unos y los bendice a otros, fue la época de la Feria Americana!
despues les cuento, no olviden esto para mí todas las cosas por las que he pasado fueron épocas de aprendizaje, y, en esta también aprendí...

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