Me siento en el jardín, miro hacia arriba, miro el ciprés, el cielo que trasluce entre las piñitas y el aleteo de las dos calandrias que se enojan siempre cuando me acerco... miro la tierra, algún pasto que lucha por salir, miro a mis perros que siempre pero siempre me siguen a donde vaya...miro...miro...y así mirando me pregunto si siempre miré tanto ¿cómo es que no lo ví venir? ¿en qué momento me perdí y no leí en sus ojos ?
Dicen que hay que mirar hacia arriba, que cuando en algún centro de ayuda al suicida éstos se comunican por teléfono , lo primero que se le pregunta es hacia dónde está mirando, y, si responde hacia abajo le sugieren que levante la mirada...mirar hacia abajo deprime más aún...así que mi trabajo consiste ultimamente en mirar hacia ahí, no sea cosa que las lágrimas me hagan tropezar, parece una locura, pero informo a cualquier distraído lector que por ahí se le dé de pensar que los de la mediana edad tenemos la vida resuelta, decía, cumplo en informarles que si así fuera sería una pudrición de aburrida y otra que en esta sociedad lo único que tenemos resuelto (a todos me refiero) es que debemos luchar por la vida y como diría una conocida actriz:
"Vida...allá vamos..."
1 comentario:
al leerte me dan ganas de quererte, puedo?
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